Entrevista con el vampiro, de Anne Rice, te hace presencia y te atrapa. Quieres leer, tienes que hacerlo. Es una necesidad. Engancha desde la primera página hasta la última, podría decir que es redonda en todas sus partes (y no hablo de las secuelas, conocidas colectivamente como Crónicas Vampíricas).
Cada devorador de esta novela tomará simpatía por algún personaje en concreto (en mi caso Louis) y según avance, los giros de la trama pueden hacer que cambies de opinión. Con perturbadora sensualidad nos encontramos ante palabras que caminan por las tumbas, que absorben sangre y bombean una historia hilada por la pasión. La exquisitez de las tramas que se entremezclan, los personajes tan bien definidos que parecen ser corpóreos y no tinta vertida en un papel, cada sentimiento y sensación que se agolpan en tu pecho mientras lees... Todo eso y más la convierten en una gran novela que se centra en la inmortalidad, la pérdida, la sexualidad y el poder. Se convirtió rápidamente en un éxito de culto y tuvo gran influencia en la subcultura gótica.
En 1994 se realizó la versión fílmica con el mismo título. Dirigida por Neil Jordan y con guión de la misma Anne Rice. Sus protagonistas están encarnados por grandes actores: Lestat de Lioncourt (Tom Cruise), Louis de Pointe du Lac (Brad Pitt), Daniel Malloy (Christian Slater), Claudia (Kirsten Dunst) y Armand, (Antonio Banderas).
La novela se inicia en San Francisco, Estados Unidos, en donde un vampiro llamado Louis cuenta la historia de 200 años de vida a un tembloroso y joven entrevistador. El vampiro es un ser ultra perceptivo; tiende a calmar a su interlocutor, intenta hacerlo sentir en confianza y promete no dañarlo. Comienza así su narración.
Una lectura recomendable al 100%.
Reseña de Saray Pavón
Imagen de Pixabay
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