...no haberte escrito antes. Tu confesión sobre la etapa que has vivido
en bastante relación con lo que muestro en literatura de penumbra
merecía una respuesta pausada, pero suelo ir corriendo de un lado para
otro y estar enredada en mil cosas. Mi opinión es que aunque sea
doloroso experimentar en carne propia o ajena la pesadumbre del
sufrimiento... es necesario: nos hace más fuertes y valorar más las
cosas. Es como si tuvieses un nuevo despertar. De repente ahí está el
mundo, frente a tus ojos, y todas esas cargas del día a día pesan menos
porque has saboreado algo más amargo. Luego volvemos a ir cerrando los
párpados y olvidarnos que la vida son dos días y que gastamos nuestra
energía en muchas confrontaciones innecesarias (con nosotros mismos o
con otros).
*Comentario a un amigo.