Últimamente empleo gran parte de mi tiempo entre pinceles y lápices. En mi Behance podéis encontrar muchas ilustraciones que han aparecido en libros (de Di-fusion-a2 y de La i Crítica) y en esta entrada voy a compartir mi proceso creativo.
Hay dibujos libres que encajan perfectamente con la temática a capturar pero busco elementos concretos que encienden la chispa creativa. Los pasos que doy antes de ilustrar son:
-1ª lectura y anotación de ideas.
-Relectura previa del poema/capítulo a representar.
-Seleccionar materiales y preparar el espacio.
Es importante pensar qué se quiere transmitir, el cómo y olvidarse del tic-tac. Asumir los plazos de entrega y que en un futuro desearás enterrar trazos y otros te llenarán de orgullo (igual que pasa con otras facetas de tu vida). Si tengo tiempo trato de romper estereotipos, buscar una manera original de expresión, llevarlo a mi terreno y apasionarme (cuando la composición previa no me entusiasma: desechar boceto).
A veces es inevitable agobiarse: no salen ideas, son muchos dibujos pendientes, pretendes esquivar la repetición, etc. Lo mejor es ir poco a poco, centrarse en cada pieza olvidando que te quedan otras 20 para acabar y aprovechar nuestro momento más activo (en mi caso suele ser la tarde-noche o los momentos vampíricos). La música me sirve para ausentarme de lo que me rodea y focalizar mi atención en lo que tengo entre manos. La dispersión nos puede servir para volver a nuestro proyecto con energías renovadas aunque también puede jugar su papel de lastre: atrasar y entorpecer. Usa referencias si estás atascado (eso no significa un ¡copia!, ésta sólo se permite para practicar técnicas y memorias de trabajos -especificando la fuente original-) e intenta disfrutar aunque se trate de un encargo que no cuadra con tus inquietudes (aprender a dibujar otras cosas te enriquece como artista, además retomas tu estilo con más ganas).
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