Si hay algo que siempre me ha
sorprendido es que un batería cante. No sé. Pienso que es de los
instrumentos más difíciles y ya sumarle el cantar (y bien): tiene mucho
mérito. Por eso, entre otros motivos como que me gusta la letra y ritmo
de la canción, ando escuchando "Get out Alive" (salir con vida) que quizás viene siendo lo que todos hacemos ¿no?
Al hilo de ése "salir con vida" me viene hablar de Matándome lentamente. Podría ser un buen título de uno de mis poemas de borrachera, pero no, es como se llama la segunda novela de Andrea Zurlo. En ella mantiene su lenguaje poético aunque los
años han tornado más punzante su estilo,
consiguiendo meterte de lleno en las escenas. Consta de tres
partes: por donde caminan los fantasmas, nieva en el desierto y el sacrificio del cordero, donde podemos ver que la vida te lleva por caminos inesperados o,
al menos, eso es lo que piensa Edgar, un hombre que se autodestruye. Pasearemos por paisajes y situaciones
de las que ¿saldrá airoso el protagonista? ¿Lo haremos nosotros?