Eso sería delatarse.


Transcribo una autoentrevista que se hizo Pedro Almodóvar -que leí en La homosexualidad en el cine de Ramiro Cristobal-, habla sobre su película La mala educación y que creo que encajaría bien con alguna parte de mi Ábreme, si me quieres conocer.

P: ¿Para qué escenas en concreto?
R: Los acosos en el río y en la sacristía.

P: ¡¿Son escenas reales?!
R: Me las contaron dos compañeros. Si vives interno en un colegio, acabas enterandote de todo.

P: ¿Si las dos personas que te inspiraron el P. Manolo viven, no temes que reaccionen contra ti?
R: Eso sería como delatarse, pero no pretendo molestarles. Deben ser muy mayores y preferiría que no vieran la película para evitarles el mal trago.

P: Eso suena a síndrome de Estocolmo.
R: No. Suena a que yo no persigo ajustar las cuentas con nadie en concreto, después de tanto tiempo.