Si tu me dices ven lo dejo todo, pero dime ven es un libro de Albert Espinosa en el que dice, a través de su personaje Dani, que toda pareja
tiene su código de discutir, hacer el amor, de perdonarse y hasta de
reprochar: pero hay días en los que el código se
rompe. Antes de ir al "momento actual" hace un flashback donde
había dos silencios diferentes con dos tonalidades bien distintas.
Aunque en ambos había cosas en común... mucho gris y mucho dolor. Cuando el presente está cargado de dolor huyes al pasado o futuro
en busca de un yo que conserva la sonrisa y lo mejor de recordar es que
puedes regresar cuando lo deseas, nadie te puede robar o impedir eso.
Afirma que demostrar emociones que no sientes es algo muy rentable en este mundo y que cada persona lleva siempre consigo algo que le define o le hace sentir mejor, como aquel hombre (George) que transportaba un saco de boxeo porque acepta como nadie los golpes. Cualquier gancho que le propines provocado por la rabia, por problemas o cualquier cosa horrible que te haya pasado, él lo absorberá; que es difícil hacer un ranking de lecciones de vida... a los trece lo digieres de una manera y a los cuarenta de otra totalmente diferente.
Es cierto que hay personas que te alimentan solo con verlas. No necesitas más... Te dan energía, que es tan difícil comprender las lágrimas ajenas si no tienes todos los datos y que a mi me cuesta creer en finales felices: tal vez por eso mis historias encierren mucha salsa agridulce; pero lo que también es innegable es que Albert me tiene estimulada con sus libros, que disfruto con ellos pese a que tengan ese deje romanticón de cuentos de hadas porque encierran mucha verdad.
Afirma que demostrar emociones que no sientes es algo muy rentable en este mundo y que cada persona lleva siempre consigo algo que le define o le hace sentir mejor, como aquel hombre (George) que transportaba un saco de boxeo porque acepta como nadie los golpes. Cualquier gancho que le propines provocado por la rabia, por problemas o cualquier cosa horrible que te haya pasado, él lo absorberá; que es difícil hacer un ranking de lecciones de vida... a los trece lo digieres de una manera y a los cuarenta de otra totalmente diferente.
Es cierto que hay personas que te alimentan solo con verlas. No necesitas más... Te dan energía, que es tan difícil comprender las lágrimas ajenas si no tienes todos los datos y que a mi me cuesta creer en finales felices: tal vez por eso mis historias encierren mucha salsa agridulce; pero lo que también es innegable es que Albert me tiene estimulada con sus libros, que disfruto con ellos pese a que tengan ese deje romanticón de cuentos de hadas porque encierran mucha verdad.
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