Bajo presión.

Escribir bajo presión, a eso me refiero. Tener una temática impuesta y pensar ¿cómo lo hago?. La baraja es siempre amplia pero nosotros mismos acotamos nuestra mira cuando parece que nos encierran en una jaula. Todo esto lo digo porque me tuve que embarcar en la escritura de un relato erótico y, la verdad, andaba perdida.


Rápidamente se me vino a la cabeza un inicio, sin embargo el hecho de tener que cumplir dos pautas (llegar 30 páginas, la temática) bloqueaba mis circuitos. La solución vino al comenzar a leerme Eros de Europa y América (es una antología erótica de ediciones irreverentes en la que participan 21 autores) donde se muestran diferentes formas de lograr excitación y placer.

Aunque los textos no tienen un mínimo o máximo de páginas me di cuenta de que no todos los textos empiezan directamente encendidos, es más, que podemos dar giros inesperados o que lo erótico aparezca como algo secundario.

De la misma editorial, al poco, me leí La homosexualidad en el cine (de Ramiro Cristobal) y por un momento me planteé que mi personaje fuera homosexual, así tendría "más juego" hablando sobre la intolerancia, la doble moral de algunos etc. Pero bueno, tendréis que esperar a que se/lo publique para ver qué decidí al final.